El fin de semana del 16 y 17 de Septiembre estuvimos participando en la localidad burgalesa de Villarcayo participando en la conmemoración del 189 del Asedio a Villarcayo, donde la villa recibió el título de heroica tras su resistencia ante el ataque carlista de 1834.
La villa recibió a muchos de sus combatientes el día 15, permitiendo a las tropas tomar refrigerios y pertrecharse debidamente para los duros combates de los dos días siguientes.
La asociación Blas de Lezo participo en el bando de los cristinos (o isabelinos), utilizando la indumentaria de verano de las tropas de infantería de marina, que defendía el naciente estado liberal frente a las tropas carlistas, defensoras de las opciones al trono de Don Carlos y la tradición.
El sábado 16 tras la debida revista a las tropas en formación junto al Ayuntamiento, los mandos se reunieron para tomar las disposiciones de la batalla. Ese mismo sábado dio comienzo el asedio a Villarcayo con el ataque sorpresivo de los carlistas, superiores en número pero no en valor, fue frenado por el fuego de mosquetería de las tropas liberales formada en líneas. Luchando casa por casa entre cañonazos y humo, las tropas fieles a Isabel se refugiaron en el Ayuntamiento donde finalmente fueron diezmadas por la tropa carlista, ataviada con sus características boinas blancas,
El domingo 17 fue el turno de las tropas cristinas, que en una explanada atacaron por sorpresa a los carlistas. La lluvia impidió que las tropas liberales pudieran usar toda su superioridad de fuego, pero obedeciendo a las ordenes de sus mandos, cargaron a la bayoneta obligando a los carlistas a desalojar la villa y huir para salvar la vida. Se hicieron muchos prisioneros incluyendo al sacerdote carlista, el cual fue ejecutado in situ por nuestra valerosa tropa.
Fue una justa y rápida venganza por la derrota del día anterior.