Una parte importante dentro de las batallas es los cartuchos que llevamos para las batallas. En este pequeño taller te contamos como los hacemos nosotros. Recuerda que siempre hay varias formas de hacerlos. Está es una más.
Materiales que necesitamos:
- Papel
- Pegamento en barra
- Un tubo ligeramente inferior al diámetro del cañón para el que vamos a hacer los cartuchos. Puedes usar también una varilla de madera.
- Una varilla que entre en el tubo y más largo que este.
- Un cazo para la carga de la pólvora
- Un embudo que entre en el cartucho
Lo primero, necesitas papel. Desde los siempre presentes folios blancos hasta el papel de estraza. Incluso hay alguno por ahí que emplea formularios de hacienda con muy buen resultado. Es importante tener en cuenta que vamos a tener que rasgar el cartucho con los dientes, por lo que es mejor que no usemos un papel grueso o resistente. Pero tampoco demasiado ligero o fino como para que se rasguen demasiado fácil o accidentalmente.
La forma en la que recortamos los papeles no es regular, sino más bien trapezoidal. Te dejamos aquí una imagen de la plantilla parecida al tamaño original. Puedes hacerlo más pequeño si quieres ahorrar papel.
Colocamos el papel de forma que el lado diagonal quede en la parte superior, el lado más alto a la izquierda y el menos alto a la derecha.
Tanto si usas el tubo como la varilla lo posicionaremos en la base del papel de forma que queda paralelo a nuestro cuerpo. Importante, procuraremos dejar una parte sin cubrir por el tubo o varilla en el lado izquierdo (el más alto) del papel, ya que esa parte la plegaremos sobre sí misma para cerrar el cartucho por uno de los extremos.
Encolamos con la barra de pegamento la línea diagonal y enroscamos el papel. Plegamos la parte del hueco sobre si misma. Si has usado el tubo introduce la varilla metálica y golpea repetidas veces para aplastar y darle una buena consistencia, evitando que pueda llegar a abrirse.
Si has usado la varilla de madera, es una buena idea que en ese extremo de la varilla de madera sea ligeramente cóncava, para poder presionar hacia adentro la parte plegada del papel.
Sacamos el papel del tubo y ya tenemos el cartucho vacío. Puedes meterlos en una caja o algo similar, para evitar que se escapen rodando. Haz una serie completa (30, 50,…).
Ahora es cuando comienza la parte de seguridad. OJO!! ten presente en todo momento que estarás manipulando pólvora negra. Sigue siempre las normas de seguridad. Son de sentido común y no son complicadas de seguir. Por ejemplo, no fumes cerca, no pongas ninguna llama cerca, almacenarlos en un lugar seco, ve reponiendo la pólvora de poco en poco para no tener expuesta mucha cantidad de la misma, etc.
Lo primero es que el cazo que emplearemos es de la cantidad correcta (También puedes usar un dosificador de recarga). Es importante saber la cantidad correcta en función del arma que emplearemos ya que si nos pasamos con la carga podemos tener problemas o causárselos a otros. Si tienes dudas sobre qué cantidad debes poner, pregunta a tus compañer@s.
Para facilitar la carga solemos meter los cartuchos de papel en un taco de madera para que estén de pie. Con embudo trasferimos la pólvora del cazo al cartucho. Sacamos el cartucho del taco, lo agitamos un poco para que la pólvora se asiente y pasamos a cerrarlo.
Para cerrarlo, en palabras suele ser complicado, pero una vez que le cojas el truco, va todo seguido. Primero, aplanamos la parte sobrante del papel y formando una línea entre el este primer pliegue y la parte con la carga. En este paso, sabrás si el papel que has escogido es demasiado débil ya que entre agitarlo y aplanarlo suele demostrar su dureza.
Plegamos los laterales de la parte aplanada hacia el centro y plegamos nuevamente desde el centro hacia abajo. Asegúrate de que este cierre no se abre. Otros métodos no dan este segundo pliegue y solamente envuelven el cartucho con la parte que «cuelga» para después encajarlo en el taco de madera de nuevo. Personalmente prefiero asegurarme, ya que no siempre lo guardo en el taco que va en la cartuchera.
Guarda los cartuchos en un tupper de plástico duro, una caja de madera o en la cartuchera de cuero. Recuerda que si cae una chispa sobre este tipo de materiales no es tan fácil de que prendan como lo es una bolsa de plástico o de tela.
Como te decíamos antes, esta es solo la forma que empleamos para hacer los cartuchos para recreación. Existen más y otros grupos y asociaciones emplean sus propios métodos.