Y llego el día. Tras una semana de intensas lluvias el fin de semana nos daba un respiro para asistir a La Batalla de Vitoria. Esta batalla se libró durante la huida francesa en 1813 cerca de Vitoria. El personal de Blas de Lezo se puso en marcha a diferentes horas para coincidir allí. Nuestros exploradores, presentes desde la mañana para otear el campamento descubrieron un punto estratégico en el pueblo de Nanclares de Oca. La piscina.
Debido a este descubrimiento y a que el tren de suministros llego un poco más tarde nos toco un despliegue un poco lateral en el campamento ingles. Hemos de añadir que no estaba mal la zona, un poco en pendiente y con poca sombra, como a casi toda la parte británica del campamento. Se nota que el encargado del campamento era afrancesado, puesto que eran los seguidores de Napoleón quienes tenían la zona llana y los árboles. Malditos froggies! No importa, los 3rd de Royal Scotts nunca se rinden!
Pero pudimos montar un buen campamento, suficiente para poder, nuestra labores. Y terminado este punto fue entonces cuando descubrimos otro punto encantador en el mapa del pueblo. El merendero de Rosa, en donde Blas de Lezo y la sección canaria de los Royal Marines (a la que también pertenecemos) nos reunimos para cenar. Todos contentos, con un buen clima y buen animo nos retiramos a nuestras habitaciones, para estar frescos al día siguiente en la batalla de Vitoria sin saber que nuestra ilusión por participar eso sería lo único fresco que tendríamos durante el fin de semana.
Y así fue como al despertar, el sol de sábado empezó a calentar la zona. Despreocupados al principio, salimos del albergue dispuestos a comernos el mundo, o al menos un buen desayuno para tener buenas fuerzas. Cuando llegamos al campamento, correctamente vestidos, se dividieron los quehaceres en función de los roles. Nuestros artilleros, recién sacados de la academia, recibían las nociones precisas del manejo de nuestra pieza de artillería. Los fusileros cargaban los cartuchos o recibían encargo de intendencia para abastecer al campamento, como por ejemplo tener la suficiente agua.
Y antes de que nos diésemos cuenta, el 79th RoF nos habían quitado la sombra de nuestro campamento para hacer instrucción. Malditos highlanders de Cameron!
Aprovechamos el tiempo para hacer otros que haceres y ocupamos la sombra en cuanto pudimos. El calor ya empezaba a apretar, pero teníamos que hacer la instrucción correspondiente ya que había nuevos fusileros en el cuadro. A manos de nuestro diligente sarge, tuvimos tiempo para hacer las más básicas de las instrucciones, antes de ponernos en marcha para ir al Homenaje a los participantes en la batalla de Vitoria que se hacía en el ayuntamiento, con un descendiente del general Álava dando la bienvenida a los grupos. Todo un momentazo mientras nos recibía en varios idiomas a todos los grupos. Fueron los franceses queines realizaron la primera salva. Pero el bando aliado…. la calvamos en la salva. Creo que todos los regimientos ingleses, disparamos al unísono, dejando maravillado al alto mando aliado.
British empire rules!